LA VUELTA A COGOLLUDO DE LOS RESTOS OSEOS DE LA SEPULTURA DE SANTA MARIA

Cogolludo acoge una conferencia sobre los restos hallados en la iglesia de Santa María

El investigador Alfonso C. Sanz Núñez presentó en Cogolludo su conferencia “La vuelta a Cogolludo de los restos óseos de la sepultura de Santa María”. Aunque ya sabemos con certeza que Cristóbal Colón no está enterrado en Cogolludo, la villa guarda una relación documental comprobada con el Descubrimiento de América gracias a la llamada Carta de Cogolludo de 1493. Esta conexión, unida a la conocida tesis alcarreña sobre su posible origen en la provincia de Guadalajara, mantiene viva la huella del Almirante en la historia local.

Cogolludo. 27 de octubre de 2025. El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Cogolludo acogió este fin de semana la conferencia titulada “La vuelta a Cogolludo de los restos óseos de la sepultura de Santa María”, impartida por el investigador e historiador Alfonso C. Sanz Núñez, en la que se repasaron las claves del proyecto científico y las motivaciones que llevaron, hace más de cuarenta años, a la exhumación de una sepultura vinculada a la llamada tesis alcarreña sobre el origen de Cristóbal Colón.

Durante su intervención, Sanz recordó que los primeros trabajos de exhumación se realizaron en 1983, dirigidos por su padre, Ricardo Sanz García, y continuados en 2019 con nuevos análisis en la iglesia de Santa María de Cogolludo, donde —según esta línea de investigación— podrían reposar los restos de doña Aldonza de Mendoza, madre del Almirante según la teoría defendida por el propio profesor Sanz. “Desde 1983 andamos tras los restos de Cristóbal Colón y de su madre doña Aldonza de Mendoza. Aquella búsqueda nos llevó a participar en proyectos internacionales de análisis genético que se han prolongado hasta hoy”, explicó el investigador.

Sanz relató cómo, a comienzos de los años 2000, se puso en contacto con el doctor José Antonio Lorente, catedrático de Medicina Forense de la Universidad de Granada, y con el profesor Marcial Castro, de la Universidad de Sevilla, para colaborar en el Proyecto Colón ADN, destinado a comparar restos óseos hallados en distintos lugares de España y Portugal con los conservados en la Catedral de Sevilla.

En su exposición, el profesor detalló que los restos devueltos recientemente a Cogolludo proceden de una sepultura donde se pensaba que había dos o tres individuos, pero en la que finalmente se identificaron fragmentos correspondientes a cinco hombres, cinco mujeres, dos niños y dos fetos. Entre ellos, “uno de los varones presentaba signos de sífilis y otro un traumatismo craneal que pudo causar su muerte”, señaló el investigador. “No sabemos todavía a quién pertenecen exactamente esos restos, pero sí podemos afirmar que Cristóbal Colón no está enterrado en Cogolludo, aunque podría encontrarse aquí su madre, doña Aldonza de Mendoza”, subrayó Sanz. Para confirmarlo, se deberían cotejar estos restos con los de la familia Mendoza que se hallan en la ciudad de Guadalajara.

Los restos analizados en la Universidad de Granada descansarán en una “sepultura seca” de donde fueron exhumados, asegurando que las condiciones ambientales no dañen el material en caso de futuros estudios. Van almacenados en cuatro cajas, aisladas tanto en su interior como exterior, y cada una porta un inventario de los fragmentos incluidos. En el Archivo Parroquial se dejará constancia del resultado del análisis, realizado sobre un total de 442 huesos y cinco fragmentos de fauna. La tierra que cubría la sepultura ha sido devuelta a su lugar, y se conservarán muestras en la iglesia para posibles análisis edafológicos futuros.

El conferenciante quiso también aclarar que el debate científico sobre el origen de Cristóbal Colón sigue abierto, pese a que las pruebas genéticas confirman que los restos de la Catedral de Sevilla corresponden al descubridor. “La genética demuestra dónde están sus huesos, pero no quién fue ni de dónde procedía. Y esa sigue siendo la gran incógnita”, afirmó, insistiendo en que la tesis alcarreña aporta argumentos documentales y contextuales de gran interés que merecen seguir siendo estudiados.

Sanz repasó los fundamentos de dicha tesis, según la cual Colón habría nacido en Espinosa de Henares (Guadalajara) el 18 de junio de  1435, fruto de la relación entre Aldonza de Mendoza, duquesa de Arjona y señora de Cogolludo, y un marino genovés conocido como Cristóbal Genovés, a quien la duquesa menciona en su testamento con un legado de trece mil maravedíes. El historiador defiende que el futuro Almirante habría sido confiado al prior del Monasterio jerónimo de San Bartolomé de Lupiana, donde recibiría su formación inicial.

“La historia de Colón no puede entenderse solo desde el punto de vista geográfico. Una cosa es dónde nace una persona, otra dónde muere y otra dónde se le entierra. Lo importante es reconstruir su identidad y las circunstancias que quisieron ocultarla”, apuntó el profesor.

Aunque la conferencia no abordó directamente la conocida como Carta de Cogolludo, Sanz recordó la relevancia de este documento histórico, conservado en el Archivo de Simancas, que vincula de forma indiscutible a la villa con la historia del Descubrimiento de América. Fechada el 19 de marzo de 1493, esta carta —en la que el duque de Medinaceli, Luis de la Cerda, informa al cardenal Mendoza del regreso de Colón, con su llegada a Lisboa— constituye una de las primeras referencias escritas del hallazgo del Nuevo Mundo, y prueba la estrecha relación del Almirante con los señores de Cogolludo.

el cambio climático en el descubrimiento de América

EL “CAMBIO CLIMÁTICO” EN LOS VIAJES DE CRISTÓBAL COLÓN.

Alfonso Carlos Sanz Núñez

En la actualidad, las noticias sobre fenómenos meteorológicos excepcionales llama poderosamente la atención. La Tierra y la Atmósfera tienen una actividad que preocupa a la población. Terremotos, erupción de volcanes que no se había activado durante muchos años, corrientes marinas inusuales, la actividad solar y las posibles anomalías en la magnetosfera y el viento solar, son fenómenos impredecibles, y por ello nos llama más la atención.

Cristóbal Colón en su tercer y cuarto viajes a las Nuevas Tierras, describe alguna de estas situaciones meteorológicas vivida por él y sus marineros, y se asemejan a las que se dan ahora en alguna parte de España y de otros países, con climas diferentes al nuestro, y en una posición en la Tierra muy distante. Traigo aquí los textos que Consuelo Varela comenta de estos viajes, y dejo al lector que saque sus conclusiones.

Comentario del tercer viaje. En su diario de a bordo describe el calor que padecieron durante ocho días.

Mayo-junio de 1498

 

Desde las islas Canarias… de adonde me partí con una nao y dos carabelas; y envié los otros navíos a derecho camino a las Indias a la isla Española. Y yo navegué al austro con propósito de llegar a la línea equinoçial y de allí seguir al Poniente hasta que la isla Española me quedase al Setentrión. Y llegado a las islas de Cabo Verde, falso nombre porque son atán* secas que no vi cosa verde en ellas y toda la gente enferma, que no osé detenerme en ellas, y navegué al Sudeste cuatrocientas y ochenta millas, que son ciento veinte leguas, adonde en anocheciendo tenía la estrella del Norte en cinco grados. Allí me desamparó el viento y entre tanto ardor y tan grande, que creí que se me quemasen los navíos y gente, que todo de un golpe vino atán desordenado, que no avía persona que osase desçender debaxo de cubierta a remediar la vasija y mantenimiento. Duró este ardor ocho días”

*tan

Cristóbal Colón. Los cuatro viajes. Edición Consuelo Varela.Historia. pág. 225-226. Alianza Editorial. Madrid 2007.

Comentario del cuarto viaje. En el diario de a bordo describe las tormentas que tuvieron que soportar en una de las travesías.

12 de septiembre de 1503

 

“La tormenta era terrible, y en aquella noche me desmembró los navíos; a cada uno llevó por su cabo sin esperanças, salvo de muerte; cada uno d’ellos tenía por cierto que los otros eran perdidos. ¿Quién nasçió sin quitar a Job, que no muriera desesperado que por mi salvación y de my fijo, hermano y amigos me fuese en tal tiempo defendido la tierra y los puertos que yo, por voluntad de Dios, gané a España sudando sangre?

E torno a los navíos, que así me avía llevado la tormenta y dexado a mí solo, Deparómelos Nuestro Señor cuando le plugo. El navío sospechoso avía echado a la mar, por escapar, fasta la <g>isola; la Gallega perdió la barca, y todos gran parte de los bastimentos; en el que yo iva, avalumado a maravilla, Nuestro Señor le salvó que no uvo daño de una paja. En el sospechoso iba mi hermano, y él, después de Dios, fue su remedio. E contra la tormenta así a gatas me llegué a Janahica. Allí se mudó en mar alta en calmería y grande corriente, y me llevó hasta el Jardín de la Reina sin ver tierra. De allí, cuando pude, navegué a la tierra firme, adonde me salió el viento y corriente terrible al opósito. Combatí con ellos sesenta días, y en fin no lo pude ganar más de setenta leguas*…

En todo este tiempo no entré en puerto ni pude, ni me dexó tormenta del çielo, agua y trombones y relámpagos de continuo, que parecía el fin del mundo.

Llegué al cabo de Gracias a Dios y de allí me dio Nuestro Señor próspero el viento y corriente. Esto fue a doce de Septiembre. Ochenta y ocho días avía que no me avía dexado espantable tormenta, atanto que no vide el sol ni estrellas por mar, que a los navíos tenía yo abiertos, a las velas rotas, y perdidas anclas y xarcia, cables con las barcas y muchos vastimentos, la gente muy enferma y todos contritos y muchos con promesas de religión, y no ninguno sin otros votos y romerías. Muchas veces avían llegado a se confessar los unos a los otros. Otras tormentas se han visto, mas no durar tanto ni con tanto espanto. Muchos esmoreçieron** harto y hartas vezes que teníamos por esforzados. El dolor del fijo que yo tenía allí me arrancava el ánima, y más verle de tan nueva edad de treçe años en tanta fatiga y durar en ello tanto”

 

*En sesenta días solamente avanzaron setenta leguas (1,16 leguas/día)   **desfallecieron

 

Op. cit; pág 275-276.

Nuevas obras para la Biblioteca Ricardo Sanz García

A través de la puja en una Subasta, se han adquirido dos obras que vienen a complementar los conocimientos de Cristóbal Colón relacionados con su estancia en LA RÁBIDA, y la Resolución de la «Alegación en Derecho de Duque de Osuna para el pleito sobre la tenuta de los Mayorazgos fundados por el Almirante don Alfonso Enríquez y su muger con sus agregados». Dos obras importantes que incrementan la Bibliografía de nuestra biblioteca.

ARTICULO PARA NUEVA ALCARRIA

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EL ESCUDO DE COLÓN EN LA FUENTE DE LOS HERREROS, O DE COLON O DEL ALMIRANTE, EN SATO DOMINGO

El día 23 de febrero de 2024, viajé a Santo Domingo para documentar una próxima publicación con imágenes del escudo que centra la fachada de la Fuente de Colón; obra que forma parte del abastecimiento de agua desde el río Ozama a la Ciudad Colonial. La realización de esta obra fue ordenada por don Diego Colón en torno a los años 20 del siglo XVI. El escudo, según el arqueólogo don Ildefonso Ramírez, en su trabajo «Arqueología del agua en Santo Domingo», es la primera referencia al escudo tradicional de los Colón. En las imágenes puede compararse con los emblemas que forman el escudo concedido al Almirante por los Reyes Católicos, y el que ocupa un lateral del sepulcro de doña Aldonza de Mendoza, duquesa de Arjona, de quien afirmamos que era la madre del Descubridor de América. Puede consultarse , para más información, el capítulo dedicado al Escudo del Almirante, en la obra «CRISTÓBAL COLÓN. Una historia por completar» pág 156-192

VISITA A LA CRIPTA DE LOS ENTERRAMIENTOS DE CRISTOBAL COLON Y LUIS COLON EN SANTO DOMINGO

 

En mi afán por documentar todas las afirmaciones que hago en el ensayo sobre el origen del Descubridor de América, y haciendo caso a lo que él mismo dijo: » Usted nunca puede cruzar el oceano, a menos que tenga el coraje de perder de vista la orilla», he cruzado una vez más ese Océano que él se atrevió a navegar, en busca de documentos gráficos.

Según los historiadores, y por informes que así lo afirman, Cristóbal Colón fue enterrado en el lado del Evangelio del altar mayor de la Catedral de Santo Domingo, y he querido visitar éste lugar, prohibido su acceso al público en general.

Y como una imagen vale más que mil palabras, aquí traigo el resultado de mi visita.

Las imágenes corresponden a las lápidas que ocupan el lugar en el que hubo restos de Colón y su nieto Luis. El autor ante los textos que hay grabados en madera en las escalerillas de acceso a los espacios muy reducidos en los que se encuentran las lápidas. El altar mayor de la Catedral, donde se encuentran los escudos del Descubridor, en el lado del Evangelio, y de D. Luis Colón, en el lado de la epístola.  Alfonso C. Sanz y don Nelson Clark, que me acompañó y autorizó mi visita. Texto e imágenes propiedad de Alfonso C. Sanz Núñez

ENTREGA DE UN EJEMPLAR DE LA OBRA EN LA BRITISH LIBRARY, EN LONDRES.

Desde hoy, 19 de enero de 2024, un ejemplar de la obra CRISTOBAL COLON. Una historia por completar, forma parte de los fondos de la British Library de Londres.

COMO SE INICIO ESTE TRABAJO

 

 

 

 

 

 

¿CÓMO MO EMPEZÓ EL TRABAJO DE INVESTIGACIÓN SOBRE EL ORIGEN DE CRISTÓBAL COLÓN?

Esta es una de las preguntas más frecuentes que, en ruegos y preguntas, posterior a mis presentaciones o conferencias, vengo respondiendo a quienes se interesan en ello.

Entre los documentos manuscritos por mi padre, Ricardo Sanz García, he encontrado dos que nos dan una respuesta directa por quien, a los largo de más de veinte años, estuvo trabajando en averiguar el lugar de nacimiento de Cristóbal Colón, y las circunstancias que se dieron para que ocultase su verdadera identidad, y que, con posterioridad a su trabajo, y siguiendo su línea de investigación, con aumentos, como consecuencia de la ampliación de medios y lugares donde localizar documentos originales que concluyesen con los resultados a los que he llegado, se presentan en mi obra “CRISTÓBAL COLÓN, Una historia por completar” .En la actualidad sigo actualizando con nuevos hallazgos, en ocasiones ajenos a mi trabajo, pero que lo complementan y afirman en sus aportaciones, que estamos en lo cierto.

Quiero dar a conocer los dos testimonios escritos, para dar respuesta a lo que me plantean esas personas interesadas en ello, y ahí están los originales, y la repercusión que tuvo en algunos medios de comunicación de la provincia de Guadalajara.

PRIMERA CONFERENCIA IMPARTIDA POR RICARDO SANZ GARCÍA EN EL  SALÓN DE ACTOS DEL NUEVO COLEGIO PROVINCIAL DE SAN JOSÉ,DE GUADALAJARA, EL DIA 15 DE ENERO DE 1980

Transcripción el original, manuscrito por el autor, que se encuentra depositado en la Biblioteca Colombina “RICARDO SANZ GARCÍA”, en Cogolludo (Guadalajara).

 

El manuscrito ocupa 13 páginas a doble cara, en formato 15,5×21,5. Está incompleto al no haberse encontrado las hojas finales.

A continuación, la copia de la primera página numerada, y la transcripción del contenido en todas ellas.

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Señoras y Señores:

Hoy vengo a hablaros de una Región desconocida en su arte, en su historia, en sus paisajes. Y sin embargo la tenemos a pocos kilómetros de Madrid. Me refiero a la Provincia de Guadalajara.

Conocemos Sigüenza por la Ciudad del Doncel, y no es eso Sigüenza, es el Doncel y la Catedral y sus casas y sus balcones y sus calles y hasta el color de sus piedras. Es todo un conjunto de bellezas imposible de expresar en dos palabras.

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Prefiero decir sólo Sigüenza, y Atienza, y Pastrana, y Molina de Aragón, y si hablamos de paisajes Bonaval, Virgen de la Hoz, Alcocer, Cantalojas, Campisábalos, Valverde de los Arroyos, etc, etc. Pero es que hasta su historia es desconocida. De esta faceta vengo hoy a hablar esta tarde.

Estaba yo descansando en Cogolludo- un pueblo de las Alcarrias. Paseaba por su plaza Castellana. A un lado y otro soportales con columnas pétreas, y limitando uno de sus extremos, la Casa Ayuntamiento y el Palacio del Duque

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de Medinaceli.

Fotos de Cogolludo (iglesia de Santa María, Plaza Mayor, Palacio del Duque de Medinaceli, Cuadro de Ribera).

Está Cogolludo situado a 40 km de Guadalajara. Su carretera arranca de las inmediaciones del Puente romano de Guadalajara.

Tenemos referencias de Cogolludo en un documento del Rey Alfonso VI y su esposa Doña Isabel en que donaban al Abad del Monasterio de S. Pedro de Gumiel la villa de Fonciana que situaban entre los términos de Hita y Cogolludo, (año 1100). Después de pasar a la Orden de Calatrava y seguir

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varias vicisitudes, pasa a los Condes de Medinaceli. Don Luis de la Cerda -por compra de- (tachado en el original) que lo adquiere de Don Fdo. Álvarez de Toledo. El Rey Juan II confirmó el trueque.

Una tarde del mes de agosto paseaba por esta bella plaza en compañía de unos familiares y admirábamos la fachada del Palacio Ducal. Se acercó a nosotros el alcalde del pueblo, D. Braulio Arizmendi, y oí cómo le decía a un hermano mío “aquí estuvo Cristóbal Colón”. Ante la cara de asombro de mi hermano, el alcalde seguía diciendo sí sí

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“aquí estuvo Cristóbal Colón”.

Yo durante mi primer insomnio por la noche no cesaba de preguntarme ¿y qué vino a hacer Colón a Cogolludo? Ver al Duque, pero cómo vino a estas tierras bellas pero resecas de Castilla, el que tenía las retinas llenas de olas, mares, islas. ¿Qué protección le podía dar un título nobilísimo pero de tierra adentro? Y en mi delirio –ya- (tachado en el original) pensaba: Si yo hubiese sido Cristóbal Colón hubiese recurrido al Conde de Medina Sido

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nia. Recordaba yo cómo el Rey Fernando mandó llamar al Conde de Medina-Sidonia y al Marqués de Cádiz y les anunció su proyecto de tomar Granada. Quiero les dijo contar con vuestra ayuda.

Los tenéis, le contestaron los dos nobles. Así no me sirve, les replicó el Rey. Sé de vuestras luchas y que las calles de Cádiz se vieron muchas veces teñidas con sangre de nuestras mesnadas.

Antes quiero que hagáis las paces

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no sea que uno de los dos se vea en aprieto en el combate por el mayor empuje del enemigo y es mi deseo que el otro acuda en su ayuda como un hermano.

Aquellos dos nobles se abrazaron ante el Rey en prueba de amistad.

Y yo me preguntaba: Si Cristóbal Colón acude al de Medina-Sidonia. El Rey tiene que atenderle.

Al día siguiente yo desde mi casa miraba el portón del Ayuntamiento, -a pesar- (tachado en el original) a Cogolludo? ví entrar al Alcalde. Corrí hacia

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él. Se encontraba despachando con el Secretario y sin saludarle le dije: ¿A qué vino Colón a Cogolludo? ¿por qué lo sabes? ¿Quién te lo ha dicho? ¿Dónde lo has leído?

Ambos me contestaron. Nosotros tenemos entendido que el Duque ayudó a Colón en su aventura. Es más, en una Historia que hay en la Biblioteca del Escorial creo que lo dice.

Salí del Ayuntamiento. Sentí la rabia de no estar en el Escorial, De no tener una biblioteca a mano

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y pensé: Descubrimiento de América 1492. Construcción y terminación del Palacio de Cogolludo 1505.1507.

Si el Duque ha tenido que ver algo en la Aventura Americana lo tiene que haber dejado escrito en las paredes de su palacio, y me situé frente a la fachada renacentista del Palacio y la miré de arriba abajo. Coronándola hay 15 columnas que son rematadas en su parte superior por figuras de ajedrez. Allí se ve el Rey, la Reina, un Alfil, un caballo deteriorado por los años… Entre columnas y columna un entrepaño de

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piedra calado. Debajo del alero de piedra, escudos y más escudos de los Duques de Medinaceli. Cuatro cuarteles y en diagonal el castillo y el león rampante, y en los otros dos cuarteles tres flores de Lis, símbolos del francés que casó con Isabel de la Cerda. Más abajo las seis ventanas renacentistas con vestigios góticos y con su columna central. En la parte central de la fachada otra vez y -esta vez- (tachado en el original) y en gran tamaño, en un rosetón el citado escudo de los Medinaceli. El resto de la fachada es de piedra almohadillada que le da gran be-

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lleza. Subí al salón de cazadores y sobre una gran chimenea otra vez el gran escudo de la Casa en yeso con influencia mudéjar.

Caminaba hacia mi casa y me encontré con el Dr. Veterinario D. Alejandro Alonso Muñoz, hombre autoridad en arqueología y le dije: encuéntrame en el Palacio algo que representa a América. No tardó en decirme en la parte central de la fachada debajo del gran rosetón y encima de la puerta de

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entrada –alred- (tachado en el original) se halla perfectamente representada la panocha de maíz “el Pan de América”. Lo demás ya fue cosa fácil, el arco que hay encima de la puerta está todo él adornado con la flor del maíz las columnas y las piedras que enmarcan la entrada están llenas de frutos americanos y hasta los angelotes que uno a cada lado sostienen el gran escudo de la Casa Ducal, cubren su desnudez con las alas que son dos piñas (ananás) americanas colocadas en posición invertida.

Toda la fachada es un can-

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to a América.

Desde este momento yo sabía que el Duque de Medinaceli D. Luis de la Cerda había tomado parte importante en el Descubrimiento de América.

Comencé a comprar libros y quedé sorprendido por los títulos. Gaya lo titulaba “El mito de Colón”, Juan Manzano “El misterio de Colón” Carlos Sanz “El Gran Secreto de la Carta de Colón” M. López Flores “”Colón no descubrió América”. Salvador de Madariaga “Vida del Muy Magnífico Señor D. Cristóbal Colón”.

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Comencé a leer con avidez. Me causó gran alegría cuando vi que Colón a quien primero se dirigió fue al Conde de Medina-Sidonia, pero de aquella entrevista nada positivo salió. El Conde debió de pensar que era un cuento de hadas.

Nuevamente se dirigió al Convento de la Rábida donde dos frailes, el P. Marchena y el P. Juan Pérez le animaban con un tesón y una seguridad absoluta en su proyecto.

Fue entonces cuando se dirigió

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al Duque de Medinaceli D. Luis de la Cerda, que vivía en un Palacio que tenía en Córdoba. Era poseedor de grandes propiedades en el Puerto de Sta. Mª. Todo esto yo lo esperaba.

El Duque lo recibió con los brazos abiertos, lo hizo partícipe de su casa y de su mesa. Allí permaneció Colón cerca de dos años, y al final… Cuenta la Historia que el Duque le dio 4000 ducados para que comprase tres carabelas, reclutase personal para ellas y

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adquiriese abastecimientos para todo y para más de un año.

Colón volvió a la Rábida con los frailes y al lado de su hijo. ¿Qué hizo con aquel dinero? No lo sé, pero sí sé que no compró carabelas. No reclutó marineros ni adquirió abastecimientos, pero pasado un tiempo nuevamente se dirige al Duque pidiéndole carta de presentación para los Reyes.

El Duque le da una carta para otro Alcarreño, el Cardenal Mendoza. Consejero de la Reina

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y con poder tal que se le conocía también por el Tercer Rey… Isabel, Fernando y el Cardenal Mendoza.

Lo recibió el Cardenal con gran atención y le facilitó ropa y comida, así iba de necesitado Colón.

Fue presentado a los Reyes. Les contó su proyecto: encontrar un camino más corto para las Indias. Excelente psicólogo, al Rey le hablaba de Nuevas Tierras nuevos vasallos, Oro, -piedras preciosas- (tachado en el original) perlas y especias. A la Reina le hablaba de infieles que no conocían a Cristo a los que se podría convertir y bautizar

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Los Reyes le oían con gran atención e interés a aquel visionario y después de escucharle le dijeron: y tú qué pides a cambio, y Colón dijo: Que me llamen Don Cristóbal Colón, que me hagan Almirante de Castilla y de la Mar Oceana. Virrey de la India, Gobernador de la India y que me den el 8 o el 10% de lo que allí trajeren.

Los Reyes se llevaron las manos a la cabeza pero uno de los nobles que le escuchaban les dijo: Majestades, fíjense que éste hombre pide todo eso si descubre esas tierras y entrega todo lo que promete

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y en este caso no me parece que pide mucho.

Los Reyes nombraron una comisión para que estudiase el proyecto; la formaban teólogos, Profesores de la Universidad de Salamanca y un estrellero.

A Cristóbal Colón le hacían ir de vez en cuando a Salamanca para hacerle preguntas y que aclarase –sus dudas- (tachado en el original) detalles.

Al cabo de ¡siete largos años! La comisión dictaminó: El proyecto no es viable.

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Colón pidió audiencia a la Reyna [sic]. Cómo la habló, qué seguridades la dió, qué triunfos puso sobre la mesa… que la Reyna dudó del informe de la comisión, pero no hubo nada afirmativo.

Colón salió de Granada camino otra vez de La Rábida, pero a la Reina la asaltaban muchas dudas respecto a la determinación de ella y parece que pensó en voz alta diciendo; “Si no fuere porque las Arcas Reales están vacías yo apoyaba el proyecto de este hombre”. Lo oyó Luis Santangel judío conver

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so y escribano de Ración de los Reyes, hombre acaudalado –y los de- (tachado en el original) además amigo de Colón y le dijo a la Reyna: Si es por dinero no lo dejéis. Contar con el mío.

Un emisario fue enviado para dar alcance a Colón que se alejaba de Granada, fue alcanzado en el puente del Pino y regresó a Granada.

Entrevista con la Reina y todo fue fácil. Colón envía un emisario para que ordene a su hermano Bartolomé no se entreviste con el Rey de Francia.

Nuevamente en La Rábida los dos frailes le ayudan, se ponen en contacto con los hermanos Pinzón, reclutan gente. Los hermanos Pin-

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zon disponen de dos carabelas la Pinta y la Niña. Allí en el Puerto de Palos hay otra, la Galante, la compran y Colón la rebautiza con el nombre de la Santa María.

No describiré las dificultades para convencer a los hermanos Pinzón y para encontrar marineros que quisieran enrolarse en tan arriesgada aventura.

El día 3 de Agosto las tres carabelas se hacen a la mar. Cómo fue la despedida. Triste. El Puerto de Palos se halla abarrotado de gente, son judíos que esperan abandonar su patria cumpliendo las órdenes de expulsión

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dictada contra ellos. Miran al mar con lágrimas pensando en la incertidumbre de su porvenir y se agarran muchos de ellos con fuerza a lo único que llevan con ellos: la llave del portal de su casa, en Córdoba, Granada, Guadalajara, Hita, Cogolludo o Calatayud, es lo único que les une en lo material con su pasado. ¿Mujeres de los marineros embarcados en las carabelas? Muy pocas o ninguna. La aventura es muy arriesgada y pocas esposas han dado de buena gana su conformidad para el viaje. Pocos pañuelos despidieron a los valientes que

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iban a protagonizar el mayor hecho del mundo después de la Creación y del Nacimiento de Cristo.

El 12 de agosto la Santa María y la Niña anclan en La Gomera.

El día 6 de septiembre las tres carabelas parten de La Gomera. La gran aventura comienza.

La moral de la gente es buena a juzgar por encontrar el día 11 de septiembre un gran trozo de mástil de nao de unos 120 toneles y nadie pensó en un naufragio sino que estaban cerca de tierra.

El 17 de septiembre vieron gran cantidad de hierba muy verde y esto

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les hace pensar que están cerca de tierra. Aparecen las primeras aves.

El viento siempre les da de popa y esto hace dudar a sus hombres pensando que con él nunca podrán volver a Castilla.

El día 6 de octubre hay un motín en la Santa María. Están decididos a arrojar a Colón al mar. Acude Martín Alonso Pinzón. Capitán muy enérgico y les dice que le arrojen si quieren pero que él colgará del palo mayor a nueve marineros.

Otra vez el día 9 vuelve el motín

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nueva intervención de Alonso Pinzón. No seré yo el que vuelva a Castilla con la cabeza agachada de los vencidos.

El día 12 de octubre y como la Pinta era más velera, un marinero que se encontraba en el Castillete de proa, y que se llamaba Rodrigo de Triana, fue el primero que vido tierra, eran las 2 de la mañana. Tierra, Tierra, Tierra gritó. Las lágrimas, los gritos los abrazos se sucedieron en todas las carabelas. Ya de día se aproximaron a la costa. Saltó a — tierra el escribano de toda la Armadas y detrás el Almirante con la Bandera Real, y detrás…

Archivo de Guadalupe

Con motivo de mi asistencia al Monasterio de Guadalupe, el pasado día 11 de octubre de 2023, para dar una conferencia en los actos de celebración del Día de la Hispanidad, por la Real Asociación de Caballeros de Santa María de Guadalupe, tuve acceso al libro de bautismos de los años 1496 a 15010, en el que está reseñado el bautismo de los dos indios que Cristóbal Colón trajo a España para mostrarlos ante los Reyes Católicos, y que fueron bautizados en éste Monasterio de la Orden Jerónima. Ahí quedan las imágenes que documentan esta noticia.

CONFERENCIA EN EL REAL MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE (Cáceres)

El Presidente de la Real Asociación de Caballeros de Guadalupe, don Agustín Margallo Moraño, me ha invitado a impartir una conferencia en el Real Monasterio de Guadalupe (Cáceres), el día 11 de octubre de 2023, a lo que gustosamente de aceptado.

La Real Asociación, con sede en la puebla y villa de Guadalupe celebra todos los años las «Jornadas de la Hispanidad», de carácter cultural, social y religioso, que culminan el 12 de octubre, día de fiesta mayor en la que se conmemora la coronación de la Virgen de Guadalupe como REINA DE LAS ESPAÑAS por su Majestad el Rey don Alfonso XIII y el cardenal, Eminentísimo Sr. Don Pedro Segura Sáenz.

Dentro de estas jornadas de la Hispanidad, se organiza una conferencia sobre la temática de Guadalupe y su relación e influencia en el descubrimiento del Nuevo Mundo.

Éste año han considerado oportuno que sea yo quien participe en estas actividades, y allí estaré el día 11 de octubre, a las 20 horas, en el Salón Mudéjar del Monasterio de Guadalupe, para dar a conocer los resultados actuales de la investigación que inició mi padre, Ricardo Sanz García, y continúo yo en la actualidad.

A continuación, a las 21 horas, habrá un Concierto de Órgano en la Iglesia del Monasterio.

Iglesia. En el fondo, cuadro del bautismo de los indios Diego y Pedro Colón, traídos por el Descubridor en su segundo viaje

Iglesia del Real Monasterio de Guadalupe

Si alguno de los miembros de éste grupo de Facebook desea asistir, estaré encantado en saludarle y celebrar ese encuentro.

Agradezco a la Real Asociación de Caballeros de Guadalupe su invitación, y deseo que las fiestas organizadas sean un éxito de participación.