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El nombre de America

De nuevo es el Almirante quien nos da otra pista más para conocer el lugar de nacimiento del Descubridor, y es recogida por el padre Las Casas en su Historia de las Indias. Biblioteca de Autores Españoles. Año 1957,  (Capítulo CXXXIX, pág. 371), en el que nos relata que:

“… y llegó a las islas de Cabo Verde a 27 de junio; y vido la isla de la Trindad, martes 31 días de julio, y luego, miércoles, primero día de agosto, vido al Sur la tierra firme por la angostura de dos leguas, que hace con la isla de la Trinidad, que llamó la boca de la Sierpe, y a la tierra firme, creyendo que era isla, nombró la isla Sancta, y luego, el viernes siguiente, vido y descubrió a Paria, y llamóla isla de Gracia, por creer que también era isla.”

Vemos que, junto a la isla Trinidad, nombre con el que iniciaba sus escritos: “En nombre de la Santísima Trinidad…” asigna tres topónimos vinculados con su vida: boca de la Sierpe (recordemos  el enfrentamiento con una sierpe, a la que dio muerte y trajo a Castilla para que la vieran los reyes); Sancta y Gracia (topónimos del lugar de Santas Gracias, en Espinosa de Henares, del que nos dice Herrea Casado, Antonio, ( Crónica y Guía de la Provincia de Guadalajara. Diputación Provincial de Guadalajara.1983. pág 40):

“Sabido es que por este valle del Henares pasaba la calzada romana que desde Mérida se dirigía a Zaragoza, y según los cálculos descritos en los clásicos itinerarios romanos por la península Ibérica, esta zona del Henares por Espinosa corresponde a la población de Caesada. Es indudable la existencia de villas romanas y otras construcciones antiquísimas en el lugar denominado Santas Gracias, en la junta de los ríos (se refiere a los ríos Aliendre y Henares), pues allí se han encontrado numerosos y curiosos objetos arqueológicos de aquella época, estando necesitado el enclave de una investigación a fondo en este sentido”.

El padre Las Casas nos habla, en su ya comentada Historia de las Indias, de las injusticias que se cometieron con el Almirante por parte de quienes querían engañar diciendo que el descubridor del Nuevo Mundo fue Américo Vespucio, y, en uno de sus textos nos aclara qué nombre le puso Colón a las tierras descubiertas. Dice así:

“Desta falsedad o yerro de péndola o lo que haya sido, y de saber bien y por buen estilo relatar y parlar y encarecer Américo sus cosas y navegación, y callar el nombre de su capitán, que fue Hojeda, y no hacer más mención que de sí mismo y escribir a rey, han tomado los escriptores extranjeros ocasión de nombrar la nuestra tierra firme América, como si Américo solo, y no otro con él, y antes que todos, la hobiera descubierto. Parece, pues, cuánta injusticia se hizo, si de industria se le usurpó lo que era suyo, al Almirante don Cristóbal Colón, y con cuánta razón al Almirante don Cristóbal Colón (después de la bondad y providencia de Dios, que para esto le eligió), este descubrimiento y todo lo sucedido a ello se le debe, y cómo le pertenecía más a él, que se llamara la dicha tierra firme Columba, de Colón o Columbo que la descubrió, o la tierra Santa o de Gracia, que él mismo por nombre le puso, que no de Américo denominalla América” (las cursivas son nuestras).

De nuevo, el testimonio de cómo Cristóbal Colón deseaba que las tierras descubiertas llevasen el nombre de un topónimo próximo al lugar que le vio nacer.

Encuentran un escudo familiar en Santo Domingo

El periódico La Razón (España) publica en su edición dominical de fecha 22/09/2019, la noticia del hallazgo, en Santo Domingo, de un escudo familiar del Almirante Cristóbal Colón, en unas obras de canalización de agua datada en torno a los años veinte del siglo XVI. La obra había sido respaldada por la familia Colón, concretamente por su hijo Diego. Según el arqueólogo Ildefonso Ramírez, «esta es la primera referencia al escudo tradicional de los Colón».

«El escudo, está compuesto por campo de oro, el azul y el rojo, banda de azur y jefe de gules».  y se pregunta el autor del reportaje, Javier Ors, por la procedencia de ese emblema, no conocido en la familia Colón hasta ahora.

Nosotros tenemos la respuesta. Ricardo Sanz García, en sus tres obras publicadas, en las que estudia los orígenes del Almirante, ya observa que en el escudo del Almirante, cuartelado en cruz, y entado en punta, como quinta partición, se introducen las ramas del linaje, y nos dice el historiador Martínez Llorente, Félix (<<De Heráldica. El escudo de armas de Cristóbal Colón. Estudio de un acrecentamiento heráldico>>, Cuadernos de Ayala, 26 de abril 2006, págs. 9 a 26)  «para las que el privilegio regio reservaría el cuarto cuartel, aunque sin calificarlas como armas gentilicias y sí como aquellas que solíades tener, y de las que los monarcas, sorprendentemente no habían proporcionado descripción o blasonamiento alguno. Su descripción heráldica sería como sigue: de oro, banda de azur, jefe de gules».

Estamos, pues, ante los mismos emblemas que figuran en el escudo concedido por los reyes al Almirante. Y esta banda de azur, corresponde a la Divisa de la Banda Real de Castilla, que ostentaban el abuelo de Colón, según la tesis de Ricardo Sanz García en sus tres obras, y por la madre del Almirante, doña Aldonza de Mendoza, que la presenta esculpida en uno de los laterales de su sepultura, y que se encuentra en la actualidad en el museo de Guadalajara.

En las imágenes, vemos el escudo encontrado en Santo Domingo, y las imágenes de los escudos de don Diego Hurtado de Mendoza y de su hija doña Aldonza de Mendoza, madre de Cristóbal Colón, según nuestro ensayo sobre el origen del Almirante, expuesto en el Capítulo IV.2. El escudo del Almirante, de la obra DON CRISTÓBAL COLÓN, ALMIRANTE DE CASTILLA. Entrelíneas Editores. Madrid, 2015, pág. 156 a 187. ISBN: 978-84-9802-585-9

Nueva entrega en Nueva York

El día 19 de septiembre de 2019, se hizo entrega del libro «Don Cristóbal Colón, Almirante de Castilla». 2ª edición, en The New York Public Library, para que sea incluido en su fondo documental.

La entrega la hizo, personalmente , Sergio Sanz Forriol, en la imagen.

 

VISITA AL COLUMBUS PARK, EN BROOKLYN

Visitamos en Brooklyn el día 21 de junio de 2019, el Parque dedicado a Cristóbal Colón. Un espacio recoleto, muy ben cuidado, en el que el Almirante tiene delante de uno de los edificios de la Corte de Justicia de los EE.UU una estatua sobre un pedestal en forma de columna.

En un lado, y algo retirado, también se recuerda con un busto sobre columna al Senador Robert Kenedy, y en un gran monumento, se rinde homenaje a los hombres y mujeres que han muerto defendiendo los valores del pueblo americano. Fue una visita muy interesante.

VISITA A THE NEW YORK PUBLIC LIBRARY

El pasado día 21 de junio de 2019, visité la Biblioteca Pública de Nueva York, acordando el envío de un ejemplar del libro «DON CRISTÓBAL COLÓN, ALMIRANTE DE CASTILLA» para que forme parte de los fondos documentales de este importante centro de Cultura de los EE.UU.

Aquí se muestran imágenes de esta visita.

PRESENTACIÓN DE MI LIBRO EN THE NEW YORK TIMES. NUEVA YORK.

El día 20 de junio de 2019, viajé a Nueva York con el único propósito de entregar, previo acuerdo escrito, un ejemplar de mi libro «DON CRISTÓBAL COLÓN, ALMIRANTE DE CASTILLA», en la redacción del periódico The New York Times. Regresé a Madrid el día 22, después de haber hecho la entrega para el Editor de este prestigioso periódico.

Aproveché también, el escaso tiempo que estuve en esta ciudad, para visitar el COLUMBUS PARK, en Brooklyn, y tomé unas imágenes que aporto en una nota aparte, y tuve tiempo también de visitar la Biblioteca municipal, uno de los centros de Cultura más importantes de EE.UU, que también documento en nota aparte.

Esperamos que, por parte del Editor del periódico, y de sus colaboradores, se le de la importancia que tiene el contenido de la tesis que defendemos, de un Colón noble, castellano, y comprometido con la corona de Castilla en el Descubrimiento de una ruta para llegar a las Indias por occidente, y unas islas y tierras nuevas que forman parte de un Continente tan importante como el Americano.

 

 

El cocinero de Colon, en el testamento del Almirante

EL COCINERO DE COLÓN EN EL TESTAMENTO DEL ALMIRANTE.
La lectura de los numerosos libros que componen la que yo llamo “Biblioteca Colombina de Ricardo Sanz”, sorprende de vez en cuando por encontrar, en alguna de las obras que la componen, hechos que no suponen ninguna novedad, pues están ahí desde que el historiador los describió y la obra se editó y publicó, pero que, conocido en el espacio y tiempo en que sucedieron, pueden tener una importancia capital.
Este es el hallazgo del que voy a dar cuenta aquí por la importancia que tiene.
Se trata de conocer quién era el cocinero del Almirante en unas circunstancias trágicas para él, y la importancia que tiene para esta tesis.
Había emprendido Cristóbal Colón su tercer viaje a las Indias, y lo que allí sucedía no era lo que ni él ni los Reyes Católicos deseaban, pues la ambición de unos pocos, y los escasos recursos de oro, especias y productos de gran valor que se buscaban no eran lo suficiente para satisfacer a quienes allí acudieron pensando en disfrutar de una vida mejor.
Rebeliones de los colonos y algunos abusos a costa de los nativos obligaron al Almirante a aplicar la disciplina que estaba en uso en aquellos tiempos y que hoy nos parecería dura, pero, en el momento de su cumplimiento era la normal en cualquier sociedad civilizada.
Las acusaciones por supuestos excesos llevados a cabo por el Almirante llegaron hasta los reyes y éstos enviaron a las nuevas tierras descubiertas a un juez pesquisidor llamado Francisco de Bobadilla; juez ambicioso de poder que anuló las atribuciones y el mando que tenía Colón y los asumió en su persona.
Los reyes, convencidos de que las acusaciones que llegaban hasta la corte eran ciertas, le dieron a Bobadilla tales poderes que le facilitaron pergaminos en blanco firmados por ellos para poner disciplina y orden donde no lo había.
Con estos documentos, Bobadilla era ya de facto el verdadero Virrey. Ordenó que a Colón y sus hermanos se les tomase presos y se les encadenase para presentarlos ante la justicia en Castilla, y de esta manera se dictó una orden de arresto para ellos.
El conde Roselly de Lorgues en su obra: Historia de la vida y viajes de Cristóbal Colón, (1828). Barcelona, Ed. Jaime Seix; Tomo I; pág 498, nos relata la situación del Nauta cuando iba a ser encadenado por Bobadilla para entregarlo a los reyes, de regreso a España y no quería ninguno de los presentes cumplir la orden de colocarle unos grilletes, por creer todos ellos que era una orden injusta.
El texto de Roselly dice así:
“Ninguno de los oficiales y soldados del Gobernador se sintió con fuerzas para cumplir aquella orden execrable. El dolor comprimido ahogaba la voz de todos y secretamente se rebelaban contra su degradante obediencia. La serenidad de aquel héroe imponía cierto doloroso respeto. Las cadenas que se habían traído a su presencia continuaban en el suelo del calabozo sin que ninguno de los asistentes osara levantarlas. Ante semejante afrenta los mismos carceleros retrocedían como ante la idea de un sacrilegio. No podía, pues, ejecutarse la bárbara orden del gobernador, cuando se presentó eligiéndose alegremente para aquel crimen, no un agente de Bobadilla, no un indio estúpido u odioso, sino un hombre de la casa del Almirante, un familiar suyo, su propio cocinero. Aquel infame cargó alegremente sobre sí aquella deshonra y, con imprudente presteza, remachó las cadenas de su amo. Las Casas le conocía: se llamaba Espinosa“
A pesar de lo expuesto, no nos quedamos conformes con los hechos si no tenemos confirmación de que, efectivamente, el padre Fray Bartolomé de Las Casas conocía el nombre de este familiar, y acudimos a la obra Historia de las Indias, del dominico, para comprobarlo.
Las Casas lo describe asi:
… “Y lo que no sin gran lástima y dolor se puede ni conviene decir: cuando querían echar los grillos al Almirante, no se hallaba presente quien por su reverencia y compasión se los echase, sino que fué un cocinero suyo desconocido y desvergonzado, el cual, con tan deslavalada frente se los echó, como si se sirviera con algunos platos de nuevos y preciosos manjares. Este yo le conogscí bien y llamábase Espinosa, si no me he olvidado” .
Observemos una contradicción en este texto: primero dice “fue un cocinero suyo desconocido”… y luego afirma: “Este yo le cognosci bien…” Ahora nos preguntamos: ¿Le conocía bien o no? ¿No nos quiere decir que era familiar suyo?
Si en la época del descubrimiento de América había que tener alrededor gente de confianza, el puesto de cocinero era uno de los más importantes, pues era muy común la eliminación de familiares, rivales, amigos y gentes poco respetables, por uno de los productos mortales más activos: el veneno mezclado en la comida, y de ahí la costumbre de hacer “salva” a los invitados importantes, que consistía en que algún esclavo probase los alimentos antes que el propio comensal para evitar el envenenamiento.
En estas circunstancias, ¿a quién de más confianza que un familiar se le podía encomendar la elaboración de la comida para no ser envenenado?
El Almirante tuvo por cocinero a un pariente suyo con una dudosa conducta, o puede que no, y así nos lo describe el conde, posiblemente porque no conoce que los dos son nacidos en el mismo lugar. Colón “de terra rubea” (de tierra Espinosa), y el cocinero “Espinosa”
Aparentemente este familiar es un traidor y ha cumplido una orden que no se han atrevido a ejecutar quienes estaban próximos al Almirante y le conocían, por ser injusta; pero, si tenemos en cuenta que, dadas las circunstancias, si no se cumplía el mandato de Bobadilla las cosas podían haber terminado con la ejecución allí mismo de Colón, el cocinero, su pariente, actuó correctamente para evitar males mayores.
El relato es de uno de los biógrafos más importantes del Almirante, y la obra de la que hemos recogido este testimonio es, como se ve en su cita, del año 1828.
De haber sido escrita en la actualidad, se podría dudar de la veracidad de que el cocinero era familiar del Almirante, pues los intereses por hacerse con la cuna de este gran personaje de la Historia son muy importantes y se recurre a cualquier dato que beneficie a algunos biógrafos para sus objetivos, a pesar de que hay quien dice que lo importante no es su lugar de nacimiento, sino que los Reyes Católicos, y Castilla, fueron quienes pusieron los medios y las gentes para descubrir un Nuevo Mundo.
En este caso no dice Las Casas que fuera pariente suyo, pero es dudoso que Roselly se lo invente, pues, en el momento de la descripción, lo importante no es que sea o no familiar suyo, sino que era su cocinero.
Recordemos una vez más, que en nuestra tesis Cristóbal Colón nació en Espinosa de Henares (Guadalajara) y que este pariente suyo, que llevaba por nombre el gentilicio de Espinosa, lo más probable es que hubiera nacido en este lugar, debería conocer la vida oculta de Colón, de ahí que estuviese ocupando un puesto de confianza tan importante en aquella época como el de cocinero, y su actitud puede no ser tan deshonrosa como nos lo presenta el historiador, pues, tal y como se describe el cuadro, de no haber sido esposado, podría Bobadilla tener una reacción violenta que hubiese acabado con la vida del Almirante, y no habría pasado nada…
Pero no quedamos satisfechos con el hallazgo y, en la lectura del Testamento del Almirante, hecho en el año 1506, meses antes de su fallecimiento en Valladolid, volvemos a encontrar de nuevo a Espinosa, en este caso con su nombre propio: Juan Despinosa, así está escrito, y no en una ocasión, sino en dos.
Figura en la relación de siete sirvientes del descubridor, a quienes agradece sus servicios prestados.
La pregunta es que, si en aquella ocasión en la que el Almirante podría haber sido ejecutado antes de su vuelta a España a manos de Francisco de Bobadilla, sin que nadie hubiese podido alegar nada, pues, con los pergaminos en blanco firmados por los reyes le podría haber acusado de lo que quisiera, su familiar Espinosa resuelve la situación encadenándolo y dando por terminado el problema, ¿cabría pensar que, de no ser como imaginamos, Colón lo habría mantenido a su servicio, y se lo agradecería meses antes de morir, en su testamento?
Vemos pues, que el gentilicio Despinosa indica el lugar de nacimiento de este hombre, tan importante en la vida del Almirante, al que le agradece los servicios prestados como sirviente al menos desde 1498, que se produce el encadenamiento, hasta el año 1506, fecha del testamento en el que figura el sirviente, es decir, ocho años.
Si el cocinero hubiese sido un infame, como lo describe Roselly, o un desvergonzado, como le llama Las Casas, ¿habría seguido al servicio del Almirante durante los ocho años siguientes, y figuraría como un hombre fiel en su testamento? No nos parece lógico, por lo que podemos afirmar que le era un leal servidor.
En las imágenes siguientes mostramos el Testamento de dos hojas, en el que se puede observar, al final de la cuarta línea, contando desde el final hacia el principio, el nombre Juan Despìnosa.
En el detalle y su traducción, se lee claramente este apellido, en este caso con su nombre Juan.

Detalle. Véase el final de la cuarta línea de abajo hacia arriba: dice: juan des, y en el principio de la tercera pinosa.

Traducción de la imagen anterior. Léase el final de la línea 4 desde abajo hacia arriba
En el original de otro de los testamentos del Almirante, se lee con más claridad el nombre de Juan Despinosa, en la línea 11 desde el inicio, de la imagen que se presenta a continuación, y en la del detalle de la misma y su traducción.
Entendemos que está claro que el Almirante ha mantenido a los largo de ocho largos años la confianza que tenía desde un principio en su cocinero, familiar suyo, y por ello lo menciona en su testamento y, asimismo, quien hace una copia del testamento de las “dos hojas”, también, pues lo hace presente entre quienes son testigos de que se realiza una copia, que es la que se conoce, ante el caso de que el original fuese destruido, modificado o desaparecido por cualquier otro medio, como así fue.

 

En la línea 11 desde el inicio, puede observarse, en el centro, claramente el nombre de Juan Despinosa.


Detalle del documento anterior. Ver la línea nº 7, al centro.

Traducción de las imágenes anteriores: Obsérvese el centro de la línea 6.
Dice: é Juan Despinosa…

 

Espinosa es el lugar en el que fallece de parto Aldonza de Mendoza y nacen dos niños, de nombres Alfón el Doncel, y Rodrigo de Mendoza.
Alfón es asesinado a los cinco años de edad, y Rodrigo de Mendoza (Cristóbal Colón), tiene que ser ocultado para evitar que tenga el mismo final que su hermano.
Es este un dato importante para ser tenido en cuenta en esta tesis, pues, como vemos, pone en coincidencia, una vez más, un hecho incontestable, como es que el Almirante y su cocinero, familiar suyo, se hacen llamar Espinosa, gentilicio que uno lo utiliza en latín, lógico para seguir sin identificarse, y el otro en castellano.

 

Entrevista en esRadio

https://youtu.be/g4dGQW1oqO0

Entrevista en esRadioGuadalajara

El día 21 de enero de 2019, José Luis Solano, periodista de esRadio Guadalajara, me entrevistó sobre el origen de Cristóbal Colón, y el contenido de mi libro «Don Cristóbal Colón, Almirante de Castilla». Ahí quedan unas imágenes de la entrevista.

PRESENTACION/FIRMA EN ALICANTE

Invitado por la Asociación Espejo de Alicante, el día 14 de enero de 2019 se presentó, en el Real Liceo Casino de Alicante, el libro «Don Cristóbal Colón, Almirante de Castilla». Presidió la mesa doña Consuelo Giner Tormo, presidenta de la Asociación, e hizo la presentación del libro doña Consuelo Jiménez de Cisneros, catedrática de Lengua Española,  profesora de la Escuela Europea de Luxemburgo, y autora de poemarios, cuentos, novelas para jóvenes y biografías de personajes famosos, entre ellas una de Cristóbal Colón.

Agradecemos a la Asociación Espejo de Alicante la acogida dispensada y las atenciones recibidas por los asistentes.