Feria del Libro 2017. Madrid
El próximo día 7 de junio, a partir de las 18,30 horas, estaré firmando ejemplares de la obra Don Cristóbal Colón, Almirante de Castilla en las casetas número 196-197 de Librería Polifemo.
Pásate por ahí y nos conocemos.
El próximo día 7 de junio, a partir de las 18,30 horas, estaré firmando ejemplares de la obra Don Cristóbal Colón, Almirante de Castilla en las casetas número 196-197 de Librería Polifemo.
Pásate por ahí y nos conocemos.
El próximo día 6 de junio, a las 19,30 horas, impartiré una conferencia en el Salón de Plenos de la Junta Municipal de Retiro, que versará sobre el origen de Cristóbal Colón. La sesión irá acompañada de imágenes de documentos y elementos relacionados con el origen del Almirante.
Dirección:
Junta Municipal de Retiro. Avenida de la Ciudad de Barcelona 162, 164
Metro: Líneas 1 y 6. Estación de Pacífico.
Si en la época del descubrimiento de América había que tener alrededor gente de confianza, el puesto de cocinero era uno de los más importantes, pues era muy común la eliminación de familiares, rivales, amigos y gentes poco respetables por uno de los productos mortales más activos: el veneno mezclado en la comida, y de ahí la costumbre de hacer «salva» a los invitados importantes, que consistía en que algún esclavo probase los alimentos antes que el propio comensal para evitar el envenenamiento.
En estas circunstancias, ¿ a quién de más confianza que un familiar se le podía encomendar la elaboración de la comida para no ser envenenado ?
El Almirante tuvo por cocinero a un pariente suyo con una dudosa conducta, o no, y así nos lo describe el conde Roselly de Lorgues en su obra : Historia de la vida y viajes de Cristóbal Colón, (1878). Barcelona, Ed. Jaime Seix; Tomo I; pág 498
Este autor nos relata la situación del Nauta cuando iba a ser encadenado por Bobadilla, en su tercer viaje, para entregarlo a los reyes, de regreso a España:
«Las cadenas que se habían traído a su presencia continuaban en el suelo del calabozo sin que ninguno de los asistentes osara levantarlas. Ante semejante afrenta los mismos carceleros retrocedían como ante la idea de un sacrilegio. No podía, pues, ejecutarse la bárbara orden del gobernador, cuando se presentó eligiéndose alegremente para aquel crimen, no un agente de Bobadilla, no un indio estúpido u odioso, sino un hombre de la casa del Almirante, un familiar suyo, su propio cocinero. Aquel infame cargó alegremente sobre sí aquella deshonra y, con imprudente presteza, remachó las cadenas de su amo. Las Casas le conocía: se llamaba Espinosa«
Aparentemente este familiar es un traidor y ha cumplido una orden que no se han atrevido a ejecutar quienes estaban próximos al Almirante y le conocían, por ser injusta; pero, si tenemos en cuenta que, dadas las circunstancias, si no se cumplía el mandato de Bobadilla las cosas podían haber terminado con la ejecución allí mismo de Colón, el cocinero, su pariente, actuó correctamente para evitar males mayores.
Recordemos una vez más, que en nuestra tesis Cristóbal Colón nació en Espinosa de Henares (Guadalajara) y que este pariente suyo, que llevaba por nombre el gentilicio de Espinosa, debería conocer la vida oculta de Colón, de ahí que estuviese ocupando un puesto de confianza tan importante en aquella época como el de cocinero, y su actitud puede no ser tan deshonrosa como describe el historiador.
Como curiosidad, pudiera ser que el escultor ha introducido, además, la cara de un indio, coronado con un penacho en la cabeza. Obsérvese a la altura del cuerpo inferior izquierdo del castillo. Ojo, nariz y boca están perfectamente esculpidos. en el cuerpo del «ángel»